martes, 3 de junio de 2008

Greenpeace dice ¡No a las nucleares!


Desde el aire y en frente de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde (CNLV), Greenpeace dijo: “No a las nucleares” y rechazó que este tipo de energía sea una opción para disminuir los gases de efecto invernadero y una alternativa segura en el marco de la reforma energética que se discute en el Senado.

Nueve activistas de la organización, uno sobrevolando en paramotor y ocho en tierra, participaron en esta demostración no violenta en el marco de la gira por la [R]evolución Enérgetica en México, que realiza la organización por diversos estados de la república, para exponer los casos negativos de generación de electricidad con fuentes contaminantes y que contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, así como los ejemplos positivos que están en línea con la generación de energías renovables.

“En el marco de las discusiones de la reforma energética se está perdiendo de vista la necesidad de detonar el uso de energías renovables que no generen gases de efecto invernadero. Los promotores de la energía nuclear en México afirman que, ante la crisis petrolera actual, es necesario elevar la generación de energía eléctrica mediante fuentes nucleares y esto es completamente falso” afirmó Jorge Escandón, coordinador de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace.

Dentro del programa actual de proyectos de rehabilitación y modernización de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se tiene contemplado incrementar la capacidad de las unidades 1 y 2 de la CNLV en 134.6 mega watts cada una, así como la eficiencia en 1.2 y 0.9 respectivamente. Esta posición aparece en los documentos oficiales de la CFE donde se afirma que: “A partir de 2014 será posible reactivar la instalación de centrales carboeléctricas y después de 2017, las nucleares".

Para Greenpeace, la energía nuclear es cara e insegura. Una evidencia de ello es la poca transparencia con la que CFE maneja los residuos radiactivos de la CNLV. Laguna Verde está a punto de llegar a la saturación de almacenamiento de desechos contaminados de bajo y medio nivel y no dispone de nuevos depósitos, que cumplan con los niveles de seguridad requeridos para almacenar más residuos, “violando la condición 10 de la licencia de operación y el requerimiento tres de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS)”.

“En ningún lugar del mundo existen centros de almacenamiento definitivo para residuos nucleares. Aún es difícil de probar que el almacenamiento de residuos altamente radiactivos, durante miles de años, sea completamente seguro, por lo que estamos dejando un legado mortífero para las generaciones futuras. La inseguridad de esta tecnología ha quedado al descubierto en los accidentes nucleares reportados en diversos lugares a partir de la segunda mitad del siglo pasado”, continuó Escandón.

La rehabilitación y modernización de Laguna Verde fue adjudicada recientemente a las empresas Iberdrola y Alstom, de capital español y francés respectivamente. Este programa de inversiones contempla un total de 6 mil 39 millones de pesos por medio del esquema de obra pública financiada, es decir, por medio de un mecanismo de endeudamiento. Esta cifra representa casi el 50 por ciento del total estimado para realizar otros 14 proyectos restantes de modernización de otras centrales de generación de energía eléctrica.

Un análisis publicado por el grupo Corporativo Moodys en 2007 considera que la incertidumbre en el valor presente de la electricidad producida con energía nuclear, eleva el precio de 2 mil 950 dólares por kilowatt equivalente a un precio conservador de 5 a 6 mil dólares por kilowatt equivalente. Si se comparan los costos de proyectos basado en energía nuclear contra renovables (4) es evidente que la primera resulta ser una modalidad totalmente inviable.

Laguna Verde es una central nuclear altamente vulnerable: así lo demuestran las investigaciones realizadas desde 1995 por científicos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México. Estos científicos mexicanos advirtieron que por efectos del cambio climático las costas del Golfo de México y el estado de Veracruz serán afectados por la elevación del nivel del mar; situación que impactará a las centrales eléctricas costeras como Tuxpan y Laguna Verde, que no están preparadas actualmente para atender este fenómeno.

“Para Greenpeace la opción nuclear definitivamente no sirve para contrarrestar el cambio climático. El presupuesto que se propone para invertir en energía nuclear puede aprovecharse para mejorar las medidas de eficiencia y ahorro energético, así como para detonar las energías renovables en el país. ¡Basta de distractores, necesitamos energías renovables ahora!, finalizó Escandón.
— Greenpeace

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